Después de la montadita anoche en bici por la hermosa costanera, salgo hacia dos de los muchos otros saltos que hay en Misiones, encontrando primero el del Tabay, que según algunos visitantes frecuentes estaba al tercio de su caudal común en época de lluvias.
Me voy sintiendo emocionado de empezar a ver tanto verde en los bosques, después de tantos días de desierto, arides y estepas, además la topografía es de colinas suaves con agradable trazo de sus carreteras.
Observo por primera vez los cultivos de yerba Mate y comparo esta región con nuestro Eje Cafetero, pues es aquí donde se cultiva esa yerba que es casi como el café para nosotros y que consumen los Argentinos como si fuera agua.
Llego, después de trescientos klmst a El Soberbio, población cercana a el hermosisimo Salto de Macona, que se forma por una falla geológica de unos 100 metros de ancho del Río Uruguay, se navega en lanchas inflables como por media hora y aun no es muy visitado pues recién le han pavimentado la carretera. Considero bien hecho haber desviado la ruta hasta aqui.
Descubro que he venido siguiendo el Rio Uruguay por muchos klmst desde Entrerios y me declaro su hincha, pues a orillas de este abundan sitios turísticos de todo mi gusto.
Debía devolverme unos 110 klms para empatar la Ruta Prvsl 12 y acercarme por esta a Puerto Iguazu lo mas posible, y empezó a llover abundantemente, como no lo había hecho en muchisimos días y en medio de ese calor, decidí arrancar sin usar los impermeables y disfrutar como niño chiquito la lluvia. lo cierto es que si lo disfrute, pero al final estaba mojado hasta la coronilla, las botas llenas como una piscina y por la falta de sol, la brisa que produce la moto, el agua misma. la sensacion de frío fue como si estuviera en la montana. por conclusión, si hay que cubrirse.
Termino la Jornada en San Vicente-Misiones-, un pequeño pueblo donde y además durante el día, veo que hay influencia alemana en su población y se empieza a ver muchos brasileros y avisos en español y portugués.
