Anil nos conduce por callejones estrechos como en laberintos con poca luz por la oscuridad del amanecer. Se observan fogatas usadas para calentarse, vacas callejeras buscando la comida en bolsas plásticas de basura, ancianos sentados en el piso. Todo parece como mágico y nos agrada estar inmersos en la realidad de las poblaciones antiguas y lejanas para nosotros.
Aparecen los Ghats, especie de tribunas o escalinatas que descienden mas abajo del nivel del río, en los cuales hay habitaciones, terrazas pequeñas y las primeras personas que hacen sus ritos como poner en la corriente pequeñas canastillas de flores con una vela encendida, bañarse, meditar y no se que mas.
Alquilamos una barca de madera a remos y vamos con la corriente detallando los tres mas importantes Ghats del río Ganges, según explica Anil nuestro guía. Mientras tanto y ya con el sol mostrándose hermoso sobre el río descendemos hasta uno dedicado a la incineración de cadáveres, con espacio para mas de diez en forma simultanea, calculo yo.
Por respeto no se pueden hacer fotos de cerca.
Para este momento no había ninguno ardiendo, pero se ven montones de cenizas aun humeando. Estas serán después lanzadas al río, para lograr según los Hinduistas su máxima purificación, que garantizara la no reencarnación, pues ya estarían en su máximo.
Estamos tranquilos, respetuosos y compenetrados con la experiencia, pero en ningún momento asustados, aburridos o impactados negativamente, como era posible según advertencias de otras personas.
Ya en las escalinatas después de dejar la barca, que es la mejor manera de observar el Ganges, bajo unas sombrillas están sentados los Brahmanes, especie de avanzados, que rezan sus mantras a la gente, les ungen en la frente diferentes figuras según la necesidad o creencia.
Pregunto a Anil si puedo hacerlo y me dice que si. Descalzo sentado de frente a uno de ellos escucho su rezo, que interrumpe repetidas veces para preguntar mi nombre, reiniciar con los mismos rezos por cada uno de los miembros de mi familia, que incluyo a mis padres.
Invocan varios de sus dioses por cada uno , me pinta en la frente un rectángulo parecido a un pentágrama pero con tres líneas, significando tres ojos y un punto rojo y amarillo en mi entrecejo, que significan poder y prosperidad. A continuación me acompaña hasta la ultima escalinata que toca el agua del río para que envié la canastilla de flores y vela al dios Ganges.
Se le da una donación voluntaria, que si es poca el reclama, pero que yo maneje moderadamente, pues también hay interés económico con los turistas.
Aparecen los Ghats, especie de tribunas o escalinatas que descienden mas abajo del nivel del río, en los cuales hay habitaciones, terrazas pequeñas y las primeras personas que hacen sus ritos como poner en la corriente pequeñas canastillas de flores con una vela encendida, bañarse, meditar y no se que mas.
Alquilamos una barca de madera a remos y vamos con la corriente detallando los tres mas importantes Ghats del río Ganges, según explica Anil nuestro guía. Mientras tanto y ya con el sol mostrándose hermoso sobre el río descendemos hasta uno dedicado a la incineración de cadáveres, con espacio para mas de diez en forma simultanea, calculo yo.
Por respeto no se pueden hacer fotos de cerca.
Para este momento no había ninguno ardiendo, pero se ven montones de cenizas aun humeando. Estas serán después lanzadas al río, para lograr según los Hinduistas su máxima purificación, que garantizara la no reencarnación, pues ya estarían en su máximo.
Estamos tranquilos, respetuosos y compenetrados con la experiencia, pero en ningún momento asustados, aburridos o impactados negativamente, como era posible según advertencias de otras personas.
Ya en las escalinatas después de dejar la barca, que es la mejor manera de observar el Ganges, bajo unas sombrillas están sentados los Brahmanes, especie de avanzados, que rezan sus mantras a la gente, les ungen en la frente diferentes figuras según la necesidad o creencia.
Pregunto a Anil si puedo hacerlo y me dice que si. Descalzo sentado de frente a uno de ellos escucho su rezo, que interrumpe repetidas veces para preguntar mi nombre, reiniciar con los mismos rezos por cada uno de los miembros de mi familia, que incluyo a mis padres.
Invocan varios de sus dioses por cada uno , me pinta en la frente un rectángulo parecido a un pentágrama pero con tres líneas, significando tres ojos y un punto rojo y amarillo en mi entrecejo, que significan poder y prosperidad. A continuación me acompaña hasta la ultima escalinata que toca el agua del río para que envié la canastilla de flores y vela al dios Ganges.
Se le da una donación voluntaria, que si es poca el reclama, pero que yo maneje moderadamente, pues también hay interés económico con los turistas.
