miércoles, 18 de diciembre de 2013

Medellín-Los Ángeles (Por Valentina).22 de noviembre 2013



Empezó el viaje esta nueva oportunidad de conocer un mundo totalmente diferente, el vuelo como todos, llegamos a LAX y tomamos un shuttle hasta el hotel, decidimos ir al camino de la fama y al teatro chino, fue un largo recorrido en metro casi una hora y media cada trayecto, con lo que no contábamos era que este metro nos iba a tomar el pelo, primero nos encontramos con una Coreana quien fue muy amable con nosotros y nos dio unas indicaciones , llegamos a la estación del metro y en medio de nuestra ignorancia compramos para cada uno un tiquete de 10 centavos de dólar para personas mayores, como todo en este país nadie está supervisando nada y todo lo hacen las maquinas, no había a quien preguntarle ni quien nos pidiera constancia de los tiquetes, tomamos varias líneas hasta que le preguntamos a alguien que hablaba en español que debíamos hacer , nos explico que necesitábamos una tarjeta TAP para poder viajar en el metro, llegamos a la próxima estación y salimos de esta para comprarla. Así fue compramos una la cual recargamos con 10 dólares, paso uno de nosotros y al intentar pasar los otros la tarjeta no funcionaba, este metro no es como el de Medellín, se necesita una tarjeta por persona, volvimos a la maquina y lo hicimos.

Estamos en el camino de la fama y hay estrellas con nombres de famosos por todas partes, que difícil será encontrar los nombres de quienes nosotros quisiéramos ver, caminamos y Valentina ya había parado de buscar la estrella de Marilyn Monroe , cuando de repente mira el piso y ahí está (Golpe de Suerte).

El teatro chino estaba lleno de personas disfrazadas, fotos, fotos y más fotos.

Fuimos afortunados al comprar la tarjeta TAP pues saliendo de una de las estaciones para hacer un transbordo se encontraban unos policías inspeccionando que las personas tuvieran la tarjeta y hubieran pagado el trayecto donde se encontraban, otra vez nos salvamos la multa por todos nosotros nos hubiera costado mil dólares.

Regresamos a la estación donde empezó nuestra aventura en el metro y tomamos un bus hacia el aeropuerto, no pasaba el shuttle del hotel, el tráfico se hacía pesado, encima de nosotros tres helicópteros alineados, pasaban carros de las noticias acompañados de los bomberos, no entendíamos nada.

Tomamos el shuttle del hotel y se monto un pasajero quien había visto todo, decía que era un incendio, otros que disparos, pasamos al frente de una camioneta totalmente chocada e igual nos quedamos con la intriga.

Llegamos al hotel a descansar, pues un día nuevo nos espera.








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