Día de relax levántandonos tarde para recibir clase de Yoga de una hora con un Maestro de 67 annos de edad. Hábil y conocedor inicia con calentamiento, estiramiento, saludo al sol, meditación y para cerrar, en medio de amable seriedad dijo que expresáramos felicidad. Nos invito a reírnos a carcajadas iniciadas por el, contagiándonos para terminar la sesión.
Después pasamos a un masaje Ayurvedico, legitimo de India, siendo un poco diferente al Thai, pero igualmente reconfortante. A mi me correspondió todo un maestro al cual felicite, además deje una evaluación alta de el en el hotel.
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