Sera que después de tener que devolverme esta cantidad de klms, debiera aprovechar y visitar Bonito,
que ya dije me hubiera gustado hacerlo.De todas maneras, la ruta esta estudiada
por si de pronto me decido. Con este dilema me acosté y con el me levante,
encontrando que lo resolvería cuando estuviera mas cerca.
Son las 6 de la
mañana y esta muy bonita; salgo
con calma y aceptación. Es miércoles y
siento la carretera un poco menos congestionada que cuando la hice antier.Me
esta rindiendo muy bien, paso otras vez por Campo Grande, capital de Matto
Grosso do Sul, pero por un lado; me faltan 100 klmst para Dourados, y van
siendo casi las 12 del medio día.
La carretera me va poniendo de frente una espesísima nube,
y con la esperanza de no mojarme , como a veces ocurre, espero que sus curvas
me alejen de esa segura tempestad o tormenta, pero que va, de todas no me puedo
escapar y dele, preciso al ojo de la tempestad y que tempestad.Me protegí con
impermeables para evitar la experiencia del Salto de Macona, en Argentina, de
tan solo la semana pasada, pero la verdad, creo que pocas veces me ha tocado una
lluvia tan fuerte. Ya muy mojado de todas maneras encontré un techo por ahí
para cubrirme un poco.
Revise todas las maletas y forre en plásticos todo lo que
pude, y dele que voy por el pasaporte. Amaina un poco y rapidito sigue el chaparrón,
pero continuo así hasta llegar al hotel en
Dourados-se llama así por el pez Dorado-.
Me lo entregan muy bien envuelto en sobres especiales de
correo, demostrando su buena voluntad desde el principio, pido al joven
indicación para llegar a Bonito y ya sin importarme si llueve o no, me saco el
clavo o mejor dicho, le saco partido a este error cometido con el pasaporte,
visitando un lugar que creo debí hacerlo
y ahora es la oportunidad.
Me olvido o no pienso en si seria mejor escamparme, pero si
en una conducción segura, para hoy hacer casi trescientos klms adicionales a los ya 450 repetidos pero por
otra ruta y compenso gratamente el error.
No me cabe una gota más, pues impermeables para esta
cantidad de agua y por tanto rato, creo que no existen. Estoy en Matto Grosso do
Sul, una de las zonas más húmedas del Brasil y voy para Bonito. Que tanto es
parar y tomar una fotico de esas que se toman a los avisos de carreteras.
En esas estoy cuando observo que un carro se devuelve y se
parquea detrás de mí como para tomar la foto del mismo aviso que yo, pero en
esta oportunidad captándome a mí y a la moto.
Se baja eufórico, me saluda en portugués. Le pido me tome
una a mí en mi cámara. Son una pareja que también va para Bonito, quiere que
vamos juntos y que si necesito algo se lo pida. Siento su buena energía y
amabilidad. Paramos a surtir combustible, nos presentamos mejor, tomamos café y
encaravanamos por más de 200 klms.
Preguntaban si quería parar a escamparme, estaba tan mojado y la meta estaba tan próxima, que ya no era necesario.
André y Flavia, matrimonio de Mináis Gerais, que pasean
desde su ciudad hasta Paraguay y ahora regresan, serán mis compañeros por las
siguientes tres noches que pasaremos aquí en Bonito.
Como bien dice mi amigo Jarabe de Palo
ResponderEliminarBonito, todo me parece bonito
Bonita mañana
bonito lugar
bonita la cama
qué bien se ve el mar
bonito es el día
y acaba de empezar bonita la vida
respira, respira, respira...
Jamitos